Resulta que en mi casa viven para comer, y mientras más trato de controlarme y ser ana, durante el día lo hago el descueve, pero cuando llega mi vieja a la casa empieza a preparar galletas, pie de limon, kuchen... cualkier cosa para saciar su voraz apetito. Y despues cada mañana se queja de lo gorda que esta. Si tiene Mil prendas, ropa repartida por toda la casa y mucha que ha tenido q regalar "por que le quedó chica". Luego compra pan Light y en la tarde hornea galletas. Aún sabiendo que mi viejo queire bajar los kilos de sobrepeso que tiene, ella sigue haciendo cosas. Mierdas que son tan viciosas como la droga misma y que nadie DEBE comer. Ni ella, que tanto se queja de su gordura, ni mi viejo con su sobrepeso ni yoooooooooooooooooo que llego a casa a echar por la borda todo mi esfuerzo y termino en el baño con mia intentando sacar al menos un cuarto de lo que tragué
Como no me va a molestar si todos los putos días cocina lo mismo CARNE con algo. (por suerte no lo como) Y yo tantas veces le he repetido que la carne es más tóxica que el puto veneno. Pero ella insiste. Insiste en preguntarme todos los días "¿me veo gorda?" y OBVIO que lo está. y me lo pregunta igual. Se cambia 10 veces de tenida por que ninguna le cubre la gordura, va al médico, compra pastillas, paga sesiones de auriculoterapia y para que?... para llegar a cocinar galletas y postres todos los días. ODIO SUS PUTAS GALLETAS...son mis enemigas...ni sikiera las puedo vomitar bien. no quiero volver a probar nada de eso, quiero ignorar todo lo que ella haga en la cocina y como siempre encerrarme en el cuarto. Necesito fuerza de voluntad... mia solo DEBE salvarme en caso de catástrofe, pero si mi control en casa fuera más, ana tomaría el lugar que hoy pertenece a mia.
Se dará cuenta mi vieja que nos Jode a todos con sus tonteras... que mi viejo necesita bajar de peso, que ella misma lo necesita también, y que yo DEBO llegar a mis anhelados 55kg y ella no ayuda en NADA.
Mañana srá otro día... espero no encontrar galletas en la cocina (lo q e muy poco probable) aunke sin ellos me es tan fácil seguir mi plan calórico. Me voy a dormir, con un peso menos. (ojalá fuese el peso de la comida) pero dejo aquí solo el peso de mi rabia contra mi familia que odian el cigarro y los vicios, pero que se envician con la glotonería y viven para comer.
en honor a mia, que me ha salvado (a medias) otra vez.
Joan, enrabiada.